Azul es niño, rosa es niña

Crecí en una familia en la que me enseñaron que azul es niño, rosa es niña y no sólo fui yo, fuimos generaciones tras generaciones. La sociedad era muy binaria y aunque supiéramos que en realidad no era así, no nos tomábamos la molestia de externalizarlo.

Nunca vi extraño, ni me incomodó ver a una pareja homosexual en la calle, sinceramente me daba igual; pero podía notar como las miradas inquisidoras se levantaban y eso me molestaba, me molestaba el hecho de que la gente no pueda ocuparse de sus propios asuntos. Cada uno es libre de sentir y de expresarse.

Yo no pertenezco a ningún grupo de la comunidad LGBTTIQ+ sin embargo siempre los he apoyado, tengo amigos y familia que han pasado por momentos difíciles sólo para sentirse aceptados, para sentirse ellos mismos en público como en privado. Los admiro pues no me puedo imaginar lo difícil que fue para ellos como para las demás personas que están en la misma situación, peleando por derechos que no deberían de haber perdido, soportando miradas de gente que no se ocupa en sus propios asuntos.

No puedo culpar a nuestros padres por estigmatizar la homosexualidad, los entiendo en cierto sentido, ellos fueron educados con otros tipos de valores, crecieron en una sociedad binaria, rosa es niña, azul es niño. Es necesario entender que el mundo ya no es el mismo de lo que era hace veinte o treinta años, el mundo ya no es lo mismo que era la semana pasada. Somos afortunados de vivir en la época de la modernidad, donde la comunidad LGBTTTIQ es cada vez mas normalizada, cada vez mas aceptada. Entiendo que todavía existen brechas que debemos reducir, sin embargo; cada vez son menores. Decir que la discriminación se reducirá a cero es una mentira, a final de cuentas los perjuicios son parte de los seres humanos, las primeras impresiones importan y quien asegure que esto no es así, está mintiendo.

Los buenos somos más, sigamos apoyando, sigamos aceptando y dejemos atrás nuestros estigmas, no son diferentes, no somos lo únicos, somos sólo humanos que decidimos portar un color diferente, a final de cuentas azul no es niño y rosa no es niña, tenemos un espectro de colores para elegir, un arcoíris completo; debemos sentirnos orgullosos.

Y para todos aquellos que tienen miedo de aceptarse, sólo recuerden que mientras sean felices no importa de quien se enamoren. No teman externalizar lo que sienten, no es ningún crimen, nadie debe de vivir con miedo sólo por sentir. A final de cuentas hombre o mujer sólo es cuestión de biología, cuando hablas de los sentimientos, amor es amor no importa en que idioma ni en que ciencia.