Editorial 28 – Amores Socráticos, Platónicos, Maquiavélicos e Imposibles

Eres ese amor, el socrático, platónico, maquiavélico e imposible. Porque sin ese amor el poeta no escribe ni el pintor dibuja. El amor es esta musa que llega sin avisar y la vida embelesa, la misma musa cuya ausencia se siente y cuya partida duele.

            Durante generaciones las personas han tratado de explicarte sin darse cuenta de que eres algo que no se explica, eres algo que se siente. Nunca habrá definición que baste pues si no te viven no existes.

El amor es tan impredecible que llega sin avisar y sin saber si se queda o se va, a veces es salvaje, alocado y lleno de deseo, otras veces es tímido, suave y delicado. Puede ser tan inmenso como el universo o tan dócil y efímero como una flor, sin embargo; nunca encontraremos el punto medio, porque el amor no exige un equilibrio.

            Ni un café con Borges, ni el jarrón de rosas de García Lorca, tampoco es el cigarro de Cortázar o la luna de Neruda, mucho menos los días de Storni o el aura de Fuentes. Todos los escritores se han acercado a definirte, pero cada uno te define como te vive.

            Nosotros en esta edición hemos intentado encontrarte y no eres más que los versos y párrafos de aquellos que se atrevieron a escribirte, sin miedo y a veces con dolor. Pues cuando llegas nos ciegas y cuando te vas nos apuñalas, sin embargo; seguimos recurriendo a ti como musa de inspiración, te seguimos buscando y sigues apareciendo, en sueños, en personas o en versos.

 

Y si alguien algún día te logra explicar, es porque todavía no te ha entendido.