Editorial 29 – Dualidades y Antagonismos

Si partimos de la nada, al girar a la derecha se crea la izquierda, cuando hay ruido entendemos el silencio, necesitamos tristeza para apreciar la felicidad. Toda acción equivale a una reacción de igual o mayor magnitud, porque para todo bien existe el mal, para toda serenidad existe la frustración.  Es evidente, la vida está basada en dualidades y antagonismos, toda nuestra existencia nos hemos encontrado en un extremo, adoptamos una postura y no nos molestamos en conocer la otra cara de la moneda. Hemos estado buscando un balance, sin embargo; estamos separando la vida en sus partes y contrapartes, pero no nos damos cuenta.

            Las dualidades se han vuelto parte natural de nuestra vida, muchas veces se pierden en lo cotidiano e ignoramos su existencia, a pesar de ello; sin estas estamos condenados a la monotonía.

            No es necesario ahondar en temas filosóficos para encontrar dualismos y antagonismos, pues estos se vuelven tan necesarios, que se manifiestan en el día a día, si queremos café o té, blanco o negro, frío o calor, Kubrick o Tarantino, barroco o modernidad… las distintas opiniones son las que guían aquellas pláticas con la familia y amistades durante horas. A veces es mejor quedarse en algún extremo y aceptar su contraparte, otras, es preferible buscar un balance. Pero si de algo estamos seguros es que la dualidad estará presente hasta la muerte del individuo. He aquí donde encontramos un antagonismo más, el último de nuestra interminable lista; la vida y la muerte.

Una dualidad es un equilibrio, un balance, según el diccionario una dualidad es existencia de dos caracteres o fenómenos distintos en una misma persona o cosa. Muchas veces estos fenómenos se vuelven antagónicos incapaces de existir al mismo tiempo. Esto es lo que los autores en esta edición buscan expresar. Se les retó que encuentren alguna dualidad, un punto de vista un antagónico y lo defiendan, lo equilibren o lo destruyan ¿el límite? Hasta donde sus mentes lleguen.