Cuando siento que se está enfriando el café me lo tomo más rápido, aprovechando el último trago templado antes de que cambie su sabor por completo y no me llene de calor el alma.

Te extraño, pero entiendo que nos estábamos enfriando

Te quise tomar a prisa pensando que seguirías tibio.

 

En el penúltimo trago todo sabía amargo

y aunque hiciera calor ya me sabía frío, helado, indiferente.

Le eché azúcar para ver si así pasaba,  pero ya era tarde solo lo estropeaba.

 

Me dije a mí misma que todavía quedaba algo, que no lo tirara aún,

Que se iba a hacer un salpicadero que no estaba dispuesta a limpiar,

más bien, que no quería limpiar

 

Todas las mañanas tomaba café

Y todas las mañanas era lo mismo

Y no te quería dejar ir

Aunque estuvieras frío, amargo y ácido 

 

Hoy por fin lo tire y efectivamente hizo un salpicadero

Y aunque no quiera, aquí lo estoy limpiando

A veces lo lloro

A veces lo canto

 

Ya compré todo para hacer jugo verde

No puedo ni oler el café.

En fin, dicen que es bueno salirse de la rutina.